Los ingredientes principales son albaricoques frescos, manzanas, miel y posiblemente un poco de jugo de limón para darle un toque ácido.

Por lo general, se necesita alrededor de 15 a 20 minutos de cocción a una temperatura de aproximadamente 70°C a 90°C (195°F).

Se recomienda pelar las manzanas, pero no necesariamente los albaricoques. Sin embargo, si prefieres una textura más suave sin trozos de piel de albaricoque en tu compota, también puedes pelarlos.

Sí, puedes usar frutas congeladas si no tienes acceso a frutas frescas. Solo asegúrate de descongelar bien y escurrir las frutas antes de comenzar la receta.

La miel ya agregará una dulzura natural a la compota. Puedes ajustar la cantidad de miel según tus preferencias personales. Si encuentras que la compota no es lo suficientemente dulce, puedes agregar un poco de azúcar adicional, pero prueba primero antes de agregar.

Sí, puedes sustituir la miel por jarabe de arce u otro edulcorante líquido según tus preferencias y los ingredientes disponibles.

Sí, esta receta es adecuada para personas que siguen una dieta vegana ya que no contiene productos de origen animal. Además, es naturalmente sin gluten siempre que todos los ingredientes utilizados estén certificados como sin gluten.

Sí, una vez enfriada, puedes guardar tu compota en un recipiente hermético en el refrigerador durante aproximadamente 3 a 4 días.

Sí, puedes congelar tu compota en recipientes adecuados o bolsas de congelación bien cerradas. Por lo general, se conserva hasta 3 meses en el congelador.

Puedes servir tu compota caliente o fría. Se puede disfrutar tal cual de postre, usar como relleno para crepes o panqueques, o incluso agregar a yogur para un refrigerio saludable y delicioso.