Los ingredientes necesarios son frambuesas frescas o congeladas, harina, azúcar, mantequilla, huevos, leche, levadura química y una pizca de sal.

Sí, puedes usar otras frutas como fresas, grosellas o moras en lugar de las frambuesas. Simplemente elige tus frutas favoritas.

Sí, puedes usar harina sin gluten como harina de arroz o harina de trigo sarraceno para una versión sin gluten del pastel. Asegúrate simplemente de ajustar las cantidades si es necesario.

Para evitar que las frambuesas se hundan en el fondo del pastel, puedes enharinarlas ligeramente antes de incorporarlas a la masa. Esto ayudará a mantenerlas distribuidas uniformemente en el pastel.

Sí, puedes usar leche vegetal como leche de almendra, de soja o de avena en lugar de leche de vaca. Esto también será adecuado para personas intolerantes a la lactosa.

Inserta un cuchillo o un palillo en el centro del pastel. Si sale limpio, sin masa cruda pegada, significa que el pastel está cocido.

Sí, puedes congelar el pastel una vez que esté frío. Envuélvelo en film transparente o en una bolsa de congelación hermética y luego colócalo en el congelador. Se conservará así durante aproximadamente 2 a 3 meses.

Sí, puedes usar frambuesas congeladas si no tienes frambuesas frescas. Descongélalas ligeramente antes de incorporarlas a la masa.

Se recomienda dejar que el pastel se enfríe en el molde durante aproximadamente 10 a 15 minutos, y luego desmoldarlo con cuidado sobre una rejilla para que se enfríe completamente.

Sí, puedes servir el pastel con una salsa de frambuesa, crema inglesa o una bola de helado de vainilla para darle un toque más delicioso.